Las cargas invisibles que llevas… y que ya no tienes por qué sostener sola
Mamá, sé que hay días en los que te sientes agotada sin entender del todo por qué. No es un cansancio que se vea desde fuera. No es algo que puedas explicar en una frase. Y tampoco desaparece durmiendo un poco más. Es un agotamiento que vive en tu mente, en tu pecho, en tu respiración. Un peso silencioso que te acompaña desde que abres los ojos hasta que te acuestas.


