No necesitas correr para llegar
La paz, la sabiduría y el amor no están lejos.
Solo están tapados por el ruido.
Vivimos en un mundo acelerado que nos hace creer que todo se consigue haciendo más.
Más movimiento. Más acción. Más búsqueda.
Y sin embargo… lo que más anhelamos no está al final de una carrera.
Lo que más anhelamos —la paz, la sabiduría, el amor—no se alcanza. Se revela.
Y para que eso ocurra, antes hay que parar.
Silencio: el portal que olvidamos abrir
La paz no viene porque todo esté bien.
Viene cuando dejamos de luchar con lo que es.
Y eso solo sucede en el silencio. No el silencio de afuera, sino el de adentro.
Ese donde dejas de hacer preguntas desesperadas y, por primera vez, escuchas las respuestas que ya estaban ahí.
Hay una sabiduría en ti que no grita.
No se impone. No aparece por obligación.
Emerge cuando por fin te callas. Cuando dejas de pedir. Cuando simplemente estás.
Pero nos cuesta llegar ahí.
Porque el silencio también trae todo lo que hemos evitado.
Incomodidad, ruido interno, juicios, viejas heridas…
Y es justo ahí donde empieza el camino real.
No hay prisa: hay presencia
Estamos tan acostumbradas a buscar afuera lo que ya tenemos dentro,
que cuando alguien nos dice: “siéntate en silencio”, nos parece una pérdida de tiempo.
Pero si tuvieras el valor de hacerlo de verdad…
Si te quedaras ahí, contigo, en ese aparente “nada”…
Verías cómo empiezan a caer las capas.
Capas de exigencia. Capas de ruido. Capas de autoabandono.
Y debajo, lo que queda es lo único que siempre estuvo: tú.
Entera. Suficiente. Capaz de sostenerte.
La plenitud no está en el logro
Te han hecho creer que la paz llega cuando todo encaja.
Que el amor aparece cuando estás sanada.
Que la sabiduría nace de hacer mil formaciones.
Pero la verdad es otra:
la paz es lo que ocurre cuando dejas de resistirte,
el amor es lo que surge cuando no te exiges,
y la sabiduría es lo que escuchas cuando por fin te haces silencio.
No hay nada que alcanzar.
Solo hay que recordar.
Una práctica para volver
Te invito a probar algo esta semana.
Tan simple como poderoso:
Cada día, regálate 5 minutos de silencio total.
Sin móvil. Sin ruido. Sin tareas.
Solo tú.
Respirando.
Escuchando.
Sosteniéndote.
No lo uses para pensar. No lo uses para planificar.
Usa ese espacio para volver.
A ti. A tu centro. A tu verdad.
Y verás que no hace falta buscar más.
Porque lo esencial nunca se perdió.
Solo estaba debajo del ruido.
Reflexión final
En La Carpa Roja, cada mes abrimos este tipo de espacios.
No para darte respuestas, sino para acompañarte mientras las recuerdas.
Audios, clases y un círculo en vivo, para que no olvides que ya eres todo lo que estás buscando.
Para unirte por solo 10 €/mes: Haz clic aquí
Si sientes que necesitas un acompañamiento más cercano para profundizar en estas reflexiones, o si te gustaría trabajar en estas preguntas junto a alguien que pueda guiarte y apoyarte, te invitamos a solicitar una sesión 1 a 1. Estamos aquí para ayudarte en este proceso de autodescubrimiento y planificación personal. Puedes contactarnos a través de WhatsApp al +34602455425, y te informaremos sobre cómo puedes contratar una sesión personalizada.
