Soltar

Suelta, o acabarás rompiéndote tú

June 16, 20252 min read

No es la vida lo que te pesa.

Es todo eso que sostienes para que no se note que estás agotada.

Esa sonrisa ensayada, esa agenda apretada, ese “yo puedo con todo” tatuado en el alma.

Ese miedo a que, si sueltas, todo se derrumbe. Incluyéndote a ti. ¿Pero sabes qué?

Ya te estás derrumbando. Solo que lo haces en silencio, en privado, por dentro. Y eso duele más que soltar.

¿Qué estás sosteniendo, aun sabiendo que ya no te sirve?

  • Relaciones que te desgastan, pero no te atreves a confrontar.

  • Roles que ya no quieres desempeñar, pero te dan identidad.

  • Exigencias que no nacen de ti, pero crees que si las sueltas, vales menos.

  • Narrativas heredadas: “soy la fuerte”, “yo me encargo”, “yo puedo sola”.

¿Hasta cuándo vas a fingir que no te pesa?

¿Hasta cuándo vas a resistir para no decepcionar?

La trampa de la fortaleza disfrazada

  • Te enseñaron que ser fuerte es aguantar. Que valer la pena es no molestar.

  • Que el amor se gana sacrificándote. Y entonces, sostienes.

  • Sostienes todo: la calma forzada, el cuerpo rígido, la culpa, la perfección.

  • Y mientras tanto, te vas apagando. Soltar no es fracasar.

  • Soltar es dejar ir el personaje que creaste para sobrevivir.

¿Qué pasaría si soltaras?

  • Sí, al principio parecería caos. Pero ese caos no te destruye.

  • Ese caos es el reordenamiento que tu alma está pidiendo.

  • Ese caos es lo que llega cuando dejas de esforzarte por parecer bien.

  • Es el espacio que queda cuando dejas de mentirte.

Soltar no es rendirse. Es rebelarse.

  • Es decir: basta.

  • Basta de sonrisas falsas.

  • Basta de sostener conversaciones donde ni siquiera estás.

  • Basta de ser la salvadora de todo el mundo.

  • Suelta es empezar a elegirte.

  • Es recuperar tu cuerpo, tu energía, tu voz.

  • Es abrazar la incomodidad de no saber qué viene… y aun así respirar.

Soltar no es rendirse. Es rebelarse.

No hay fórmulas mágicas.

Pero sí hay preguntas que lo cambian todo:

  • ¿Qué estoy sosteniendo para no incomodar?

  • ¿Qué parte de mí necesita permiso para aflojar?

  • ¿Qué sigo cargando… por miedo a que los demás vean mi verdad?

Reflexión final

No estás cansada por lo que haces.

Estás cansada por lo que no te atreves a soltar.

Suelta, o acabarás rompiéndote tú.

Si sientes que necesitas un acompañamiento más cercano para profundizar en estas reflexiones, o si te gustaría trabajar en estas preguntas junto a alguien que pueda guiarte y apoyarte, te invitamos a solicitar una sesión 1 a 1. Estamos aquí para ayudarte en este proceso de autodescubrimiento y planificación personal. Puedes contactarnos a través de WhatsApp al +34602455425, y te informaremos sobre cómo puedes contratar una sesión personalizada.



Back to Blog