Aceptar no es rendirse: es dejar de pelearte con la vida
A veces, lo único que duele no es lo que estás viviendo… sino tu resistencia a vivirlo. Te empeñas en querer estar en otro sitio. En sentir otra cosa. En que tu camino sea diferente al que es. Y en esa lucha interna por controlar lo incontrolable, se va tu energía, tu alegría, tu paz. Hoy no venimos a contarte cómo mejorar tu vida. Venimos a invitarte a habitarla tal y como es.